Muchos perros y gatos sufren de estrés al ser revisados por el veterinario. Al tratarse de una manipulación diferente y por ende molesta para el animal, termina reaccionando muchas veces en forma agresiva, poniendo en riesgo al veterinario, al propietario e incluso al propio animal, lo que puede llevar a tener que sedar al animal para su correcta exploración...
Que puede hacer el propietario para evitar una visita desastrosa al veterinario. La respuesta es sencilla, se tiene que acostumbrar a nuestro perro o gato poco a poco a la manipulación que hará el medico veterinario en su momento para ello puedes seguir los siguientes pasos.
- Subir al perro o gato a una mesa o sitio elevado
- Explorar todo su cuerpo, a modo de masaje.
- Manipular con delicadeza las orejas, levantar los labios, y tocar la parte interior de la boca.
- Manipulas las almohadillas plantares
- Levantarle la cola.
Para tener más exito en este ejercicio se puede recompensar al animal con trocitos de comida o con palabras agradables... Se recomienda repetir el ejercicio al menos dos veces por semana.
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