La ingestión de heces recibe el nombre de coprofagia, y se trata de una conducta que aparece relativamente con frecuencia en los perros. Los perros que padecen coprofagia pueden comer sus propias heces o incluso las de otros animales que pueden ser miembros de su mismo entorno, perros o gatos o también los "no miembros" como comerse las heces que encuentre en el parque...
La coprofagia puede tener distintas causas, en primer lugar debería descartarse un problema médico, que dificultara al ingestión y asimilación de nutrientes de la dieta.
Muchos especialistas especulan acerca de la aparición de la coprofagia, muchos lo asocian con el ancestro del perro, el lobo y la capacidad por aprovechar la vitamina B procedente de animales herbívoros. En opinión de otros, se trata simplemente de una cuestión de paladar, es decir por que al perro le gusta; esta explicación puede ser lógica si el perro consume heces de gato.
Otra razón es que los perros que viven en entornos muy pobres podrían mostrar coprofagia como un intento de aumentar su estimulación; es decir, el perro que vive aislado, sin apenas contacto con las personas o con otros perros podría consumir heces para distraerse.
Cabe destacar que la coprofagia que muestra la madre hacia sus cachorros durante la lactación es completamente normal, la función de este comportamiento por parte de la perra es mantener el nido limpio.
Se especula que el consumo de heces en cachorros podría estimular el desarrollo del sistema nervioso, por el contenido en las heces de ácido deoxicólico.
La coprofagia es en general un comportamiento molesto para nosotros que perjudicial para el perro. Lo cierto es que es un comportamiento difícil de eliminar, entre las posibles soluciones son el uso de sustancias amargantes que le confieran a las heces un sabor desagradable... Medicamente existen sustancias que pueden ayudar, pregunta a tu veterinario...
No hay comentarios:
Publicar un comentario